Evolución, y lo ineluctable de las fuerzas de La Naturaleza: Una reseña en dos actos (página 2)
Existen formulaciones variadas de
determinismo, que se diferencian en los detalles de sus
afirmaciones. Para distinguir las diferentes formas de este
fenómeno, conviene clasificarlas de acuerdo al nivel de
fatalismo que establecen:
El determinismo
fuerte sostendría que no existen sucesos
genuinamente aleatorios o azarosos, y que, en general,
el futuro es potencialmente predecible a partir del
presente.El determinismo débil que
mantiene que la probabilidad de todos los eventos está
determinada por los hechos presentes.
Además de las descritas, existen
varias teorías
que postulan alguna forma de determinismo para la evolución de los sistemas
sociales.
Algunas variedades de este determinismo
serían:
Determinismo económico: que
afirma que la evolución de las sociedades está
gobernada o restringida por factores monetarios. El
filósofo Karl Marx sugirió que las
estructuras sociales están fuertemente condicionadas
por factores económicos y el modo de
producción.Determinismo tecnológico: las
fuerzas técnicas determinan los cambios sociales y
culturales. Esta posición es similar a la mantenida
por Jared Diamond, Marvin Harris y Karl
Marx para quienes los factores materiales, entre ellos
la tecnología y los recursos disponibles, condicionan
otros desarrollos demográficos.Determinismo geográfico: Para
algunos autores, el medio físico determina a las
congregaciones humanas como colectivo y al hombre como
individuo.Determinismo por carácter
social Éste niega la libertad en virtud de la
convivencia colectiva.Determinismo de clase: Nos dice que el
nivel social en el que moriremos está ligado, o
correlacionado probabilísticamente, al nivel
económico en el que nacimos, de manera que en
términos sociales existe inamovilidad.
El hábito no hace al
monje…
Determinismo en los individuos:
Nuevamente, dentro de las formas de determinismo, en
relación a los individuos, existen posturas desde
el determinismo probabilista hasta el determinismo
fuerte que niegan cualquier papel al azar.Determinismo biológico:
Conjunto de teorías que defienden la posibilidad de
dar respuestas últimas al comportamiento de los seres
vivos a partir de su estructura genética. Como
consecuencia, la conducta, tanto de los animales como del
hombre, obedece a formas que han sido necesarias para la
supervivencia de sus genes, y que se extienden a complejos
sistemas sociales adaptados a su más favorable proceso
evolutivo.Determinismo genético: afirma,
en su versión más fuerte, que nosotros no somos
libres porque estamos condicionados o determinados por
nuestros genes.Determinismo ambiental, o
educacional, o determinismo conductista: afirma que
no son los genes los que nos condicionan, sino la
educación que recibimos a lo largo de nuestra vida,
que es la causante de nuestro comportamiento.Determinismo psíquico: concepto
acuñado por el psicoanálisis. El
determinismo psíquico es un concepto que parte de que
todo fenómeno psíquico tiene una causa y, es
inconsciente y producto de conflictos
psicológicos.
En la física, el
determinismo sobre las leyes invisibles
que nos rigen, fue dominante por muchos siglos, siendo algunos de
sus principales defensores Pierre Simon Laplace y Albert
Einstein. Laplace, quien contribuyera enormemente al desarrollo de
la física y la teoría de
probabilidades, afirmó:
Arte de hacer
decisiones
"Podemos mirar el estado
presente del universo como el
efecto del pasado y la causa de su futuro. Se podría
concebir un intelecto que en cualquier momento dado
estaría al tanto de todas las fuerzas que animan
la Naturaleza y las posiciones de los seres que
la componen. Si este intelecto fuera lo suficientemente amplio
para someter los datos al análisis, podría condensar, en una
simple fórmula, el movimiento de
los grandes cuerpos del universo y del átomo
más ligero. Para tal intelecto nada podría ser
incierto y el futuro así como el pasado estarían
frente sus ojos".
La mecánica clásica y
la teoría
de la relatividad son proposiciones que postulan leyes de
evolución temporal, es decir, "ecuaciones de
movimiento" de tipo deterministas. En las que, si se tiene
conocimiento
completo del estado de un
sistema en un
momento dado, será posible conocer el estado del sistema
en cualquier momento futuro. A pesar de este hecho sobre el modo
en que las mecánicas clásicas y relativista tratan
la evolución temporal de los sistemas físicos,
en la práctica existen muchas dificultades para lograr un
conocimiento completo de la estructura de
un sistema clásico o relativista. Esa propiedad de
ambas teorías, ha llevado a los teóricos del
caos a sugerir un límite práctico real para la
predictibilidad en el sentido propuesto por Laplace.
Danza de los velos
La mayoría de los
científicos, hoy consideran, que la mecánica
cuántica es una teoría no-determinista en
la que el azar sí que tiene un decidido papel. Sin
embargo, incluso en la mecánica cuántica, el azar tiene un
papel restringido. La interpretación
común física/cuántica postula una
evolución determinista de la función de
onda cuando no es observada o medida, junto con una
"evolución" o colapso azaroso del estado de un sistema
energético, cuando se realiza una determinación
sobre éste. Es sólo este segundo tipo de
evolución, la fuente de azar en la mecánica
cuántica. Debido a ese papel limitado — aunque la
mayoría de los físicos consideran que el azar juega
un papel importante en la escala atómica — pero que, a
escala humana, el mundo es prácticamente determinista
(aunque existe la posibilidad de que un efecto cuántico
amplificado introduzca el azar también a escalas
mayores).
Ingeniería
genética
El determinismo fuerte en las
ciencias
naturales, en general, es análogo al determinismo
cosmológico, que afirma que el universo se
rige por unas leyes físicas inquebrantables
(afectándonos a nosotros), y que, por tanto, todo lo que
acontece sucede así, porque nunca podría haber
sucedido de otra manera.
El determinismo
histórico: ¿Nueva disciplina?
El determinismo
histórico es una teoría que consiste en
afirmar que tanto las normas de
conducta
compartidas como las diferencias sociales y económicas que
existen entre los grupos —
básicamente diferencias de raza, de clase y
de sexo —
derivan de ciertos contrastes heredados innatos, y que en este
sentido, la sociedad
constituye un reflejo fiel de la biología y de su
evolución sistemática. Este tipo de determinismo se
plantea hoy en términos del determinismo
genético, un conjunto de teorías que defienden la
posibilidad de dar respuestas finales al comportamiento
de los seres vivos a partir de sus estructuras
genéticas y evolutivas. Por lo tanto, la conducta, tanto
de los animales como del
ser humano, obedece a fuerzas que han sido necesarias para la
supervivencia de sus genes, y que se extienden a complejos
sistemas sociales, adaptados a su más favorable proceso
evolutivo.
En el caso de los seres humanos —
"máquinas de la supervivencia de sus genes" —
según la definición de Richard Dawkins. Al
igual que sus características físicas, factores tan
controvertidos como son el racismo, la
desigualdad
social, la competitividad, las guerras, el
hambre, las enfermedades, la
agresividad, las diferencias entre los sexos, el libre
albedrío o el altruismo, son justificados por los
deterministas históricos. Esencialmente, a partir de
factores transmitidos por los genes, los cuales a su vez se rigen
por los procesos
evolutivos que operan en la selección
natural, establecidos por Charles Darwin. En la
segunda mitad del siglo XIX, éstos fueron propagados a la
posterioridad por el, llamado, darvinismo social, cuyo eco
contemporáneo se halla en las teorías
socio-biológicas, suscritas entre otros, por Edward
O. Wilson y Richard Dawkins. Quienes han encontrado en
autores como R. C. Lewontin, Steven Rose, Leon J. Kamin y Stephen
Jay Gould sus más firmes oponentes, al manifestar en sus
críticas que, escudándose en el determinismo
bio-histórico, se intenta legitimar el estatus elitista de
determinados grupos de poder
sociales, políticos y económicos, en el orden
capitalista mundial que hoy predomina.
Determinismo
genético
Dichos grupos justificarían el
ejercicio de su autoridad,
dominio y
opresión, sobre los "naturalmente" menos favorecidos por
la selección natural, en base a una aparente escasez de
recursos o al
notable y progresivo crecimiento de las poblaciones. Factores que
en última instancia, según los deterministas
biológicos, condicionan la conducta
humana.
Para continuar esta tesis, veamos
un episodio pertinente que la fundamenta
Acto II: El
determinismo controvertible de un líder misterioso: "El
doctor" Joaquín Balaguer…
"La constitución es un pedazo de
papel…" Joaquín Balaguer (1906 –
2002)
Cuando pensamos en el "doctor" lo que
siempre nos impresiona es la superstición que lo rodeara
toda su vida. Esa mitología no era asunto accidental, porque
el "doctor" adquirió representaciones arcaicas y
consecuencias profundas para el inconsciente colectivo de todos
los dominicanos, como ya veremos.
Don Joaquín como
"Genio"
Como "genio"
Balaguer se distinguió como alguien quien se asignó
una posición de académico sin logros excepcionales
(lo que de Juan Bosch, también se dijera) y que, por medio
de su poesía,
ensayos y
pronunciamientos enigmáticos lograría impresionar a
un grupo de
personas que él seleccionaba por su mediocridad
intelectual, por su banalidad personal, o por
su venalidad proverbial — nada nuevo en esto, nos confirman los
historiadores dominicanos.
Pinzones. Selección
natural
Balaguer no fue genio, sus secuaces eran
obtusos.
Si genios fueron Beethoven, Galileo,
Leonardo, Bohrs, o Einstein — Balaguer no califica — como
tampoco pueden calificar como meros individuos cultivados, los
pocos políticos que le siguieran ocupando la
presidencia.
Balaguer como espíritu
maquiavélico
Esta parte de la mitología
"balaguerista" es la más interesante. Porque explorar las
filosofías del genio máximo de la política, y aplicar
sus preceptos a los talentos de Balaguer, sería lo mismo
que proponer que, dotado de un pincel y de un lienzo para pintar,
todos seríamos un Picasso —-
Quien, de paso, fuera otro genio.
Pero, no. No es
así…
Post hoc ergo propter hoc. Es el
epítome del razonamiento abstruso, deficiente que, a
nosotros, los quisqueyanos, tristemente, nos caracteriza, cuando,
"pensamos" — mientras lo hacemos, pensando — pero,
sin pensar.
Balaguer, antes y después de la
muerte de Trujillo
Balaguer, cuando Trujillo viviera, fue
taimado, anónimo, servil, manipulador, mentiroso, artero y
timorato. Pero, siempre discreto y misterioso. De él poco
se sabía. Mientras adoptara un estilo espartano y sobrio
de desempeñarse frente al mundo.
Genios
Después de la muerte del
"Jefe", y, antes de que, el doctor, se proyectara como
héroe de los dominicanos — Ese fue el mismo hombre —
quien en medio de la noche, y para salvar su piel —
escapara el país, vía la Nunciatura y que
también le prometiera, convenientemente, a Ronald Reagan,
acatar lo que este último, le "ordenase".
¿Genio?, nos preguntamos de
nuevo…
El hombre no fue genio… ingenioso,
sí — mientras que el resto de los dominicanos,
seríamos los ingenuos.
El caudillo
Balaguer se transformó, o fue
transformado — por las fuerzas del determinismo
histórico — en caudillo, pero, como sus otros
homólogos contemporáneos lo hicieran. Lo hizo, y
nunca supo la razón por qué lo hizo, ni cómo
esto sucedió. Simplemente actuaron las circunstancias,
tuvo un poco de suerte y la serendipia intervino en cantidades
excepcionales. Por ejemplo, cuando Castro triunfó en la
Revolución, se estableció de
inmediato, como el contraste de lo que de antes siempre fuera. Un
hombre con un pasado oscuro y de tendencias serviles —
quería ser pelotero, sin saber cómo tirar una bola
— pero la embriaguez de sentirse predestinado, le
arruinó sus logros. Hoy gobierna una Cuba
avasallada, sin derroteros y una Cuba sin destino —-
corrección — una Cuba cuyo destino resta en la
desaparición del Nuevo tirano en que Castro se
transformara. Así sucedió a Balaguer.
Pero, la Naturaleza, usando a Trujillo para
abrir la trocha del progreso, necesitaba al "doctor" para ungir
un sucesor capaz de avanzar sus designios — algo que nuestro
político astuto diferiría indefinidamente —
posponiendo, de esa manera, su cita con la muerte.
Balaguer como mesías
atolondrado
Es posible que en los propósitos
evolucionistas de la Naturaleza, de quien no hemos hablado
recientemente, un elemento de vida prolongada sería
conferido a alguien a quien "Ella" le asignara una
importancia relativa para garantizar la supervivencia de un grupo
o de una especie excepcional.
La República Dominicana:
¿Especie excepcional o excepcional especie?
La República
Dominicana, lo sabemos, es excepcional, como grupo y como
sociedad, por las siguientes razones:
La única isla con dos etnias,
que pretenden ser diferentes, yuxtapuestas, sobreviviendo en
oposición total y absoluta — pero en sorprendente
paz y armoníaDos lenguajes, o más — si
contamos los dialectosDos culturas en tensión racial.
Pero aún así, con descendientes de haitianos
dirigiendo, desde sus tumbas, y desde sus venas, los destinos
nacionales. Aquí no nos referimos solamente al
fantasma — encarnado en la leyenda imperecedera — de
Ulises Hereaux (Lilís), nos referimos a
igualmente, a Trujillo, descendiente directo de una abuela
con raíces haitianas y, por supuesto, a José
Francisco Peña GómezEsto, y a pesar de que se dice, que
aquí, a nadie le gustan los haitianosUn país donde el espíritu
religioso se identifica con la superstición y donde el
Cardenal posee rango equivalente a Mayor General de un
ejército sin objetivo aparente, y con una
religión basada en la santeríaUn país, donde ser blanco es
algo especial, y donde la negrura no existe… ya que
"negro" es el epíteto más formidable que los
mismos negros usan para ofender a quienes como ellos lo
sonUna isla destinada al saqueo por sus
líderes insulsos, peroUna isla destinada, de algún
modo, a prevalecer. Así parece estar asentado en los
libros del determinista Destino…
El instante en que la Naturaleza decidiera
ungir a Balaguer, como salvador posible de su raza, éste,
astutamente decidió que si no produjera heredero aparente,
que le sería posible vivir hasta que alguno apareciera.
Mientras que la Naturaleza esperaba…
Fausto y el diablo
El caballo de
Troya
Cuando Balaguer desdeñara a Jacinto
Peynado — su propio vicepresidente, y compañero sumiso,
para lograr "ganar" otra elección perdida — lo hizo para
allanarse el sendero a sí mismo, esperando ser reelecto
una vez más, cuando el término de Leonel
Fernández Reyna concluyera. Entonces, Balaguer
retornaría porque la reelección consecutiva no era
posible bajo la ley.
Pero, los eventos no
procedieron como éste lo esperaba, ya que Mejía,
quien sucediera a Leonel, no se conformó al patrón
establecido por la ley. Dislocando el proceso electoral con su
decisión de imponer cambios a la constitución para
ser electo de nuevo. Ese fue el Caballo troyano de Balaguer y,
accesoriamente, de Mejía.
La Naturaleza, no estaba dispuesta a
esperar otra vuelta.
Las maniobras de Hipólito,
resultaron en la elección paradójica de
Fernández, quien ahora completará doce años
en el poder, que corresponden a los azarosos, "doce", famosos
años, de Balaguer.
En
resumen
Evidentemente, del mismo modo que la
Naturaleza designa líderes de oportunidad en sus
migraciones masivas para salvaguardar especies vivientes,
así lo ha hecho con nuestra raza. De esta manera, de
acuerdo al determinismo geográfico, se puede explicar la
resolución y el coraje de grupos polinesios que se
lanzaran a la mar sin bitácoras, sin medios de
orientación, y sin derroteros marcados. Lo hicieron por
instinto, y, por ese mismo instinto llegaron ilesos a su destino
determinado.
Para lograr esto, los seres vivientes (por
lo menos en nuestro caso) deben de estar proveídos de
arquetipos cementados en el inconsciente más profundo,
para servirnos de guía. Lo que decidimos cuando elegimos,
y cuando acatamos, nuestros líderes naturales que,
generalmente "brotan de la nada" — como hemos visto pasar en
muchos de los países que estaban cercados por la Cortina
de Hierro. Ayer
un poeta, hoy un presidente, mañana un estibador, pasado
mañana, otro presidente…
El Faro a Colón. Obra
favorita de Balaguer. La primera vez que se iluminó,
sumió a Santo Domingo en la peor de las
tinieblas
No sabiendo cómo resolver este
fenómeno, es fácil encontrarle explicación a
lo que nos parece incomprensible: en la labor de poderes
sobrenaturales, en la actuación del genio, o en pactos
diabólicos.
De Balaguer, nos decía con aplomo,
el amigo Fernando Álvarez Bogaert — una vez candidato
para la vicepresidencia con el doctor — que Balaguer "tiene
que tener un pacto con el diablo".
Y así vivió Balaguer — pero
sin señalar a alguien para que lo sucediera — aunque
todos esperan fútilmente lograr hacerlo…
La Naturaleza le extendió la vida a
Balaguer, en espera angustiada de que el "doctor" practicara la
"dedocracia", algo que éste prefiriera, en su caso, no
hacer, porque el fenómeno de su existencia darvinista,
estaba ligada a la carencia de un sucesor aparente.
El cojín del solio presidencial
dominicano, de acuerdo a Balaguer
Por eso, cuando recordamos al famoso
"doctor" lo hacemos con nostalgia, ya que el "cojín de los
alfileres" — nombre que Balaguer aplicara al solio presidencial
— ha quedado, hasta ahora, permanentemente
desocupado…
Bibliografía
Larocca, F: (2007) De cómo
la regla del DNA gobierna un mundo de incertidumbre
ciertas en monografías.comLarocca, F: (2007) El determinismo
cósmico en monografías.comLarocca, F: (2007) Credos y
Sabiduría: Lo que nos hace sentir que somos seres
señalados en monografías.comLarocca, F: (2007) La serendipia
revisitada en psikis.cl y en
monografías.comGallagher, W: (1999) Working on
God Random House
Autor:
Dr. Felix E. F. Larocca
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